Ir al contenido principal

Liliana, Testimonio





Con Miguel estuvimos cinco años de novio. Él compró muebles para casarnos, tenía salón, la tela para el vestido, las tarjetas, todo. Yo quedé embarazada, tenía 25 años. Él trabajaba en la línea 37 de Lanús, pero lo despidieron. Mi papá le tomó bronca a Miguel, decía que era un pobre infeliz, que no laburaba. Era la época de Menem, cerraban fábricas. Mi papá en esa época también se quedó sin laburo porque cerró Fabricaciones Militares, donde él era jefe de seguridad. Yo no le conté a mi familia de mi embarazo y me fui a vivir con Miguel.

Cuando mi familia se enteró, volví y hablé con mi papá. Él lo aceptó, pero al poco tiempo empezaron los problemas porque mi papá se metía en todo. Ustedes deberían haber esperado para tener un hijo, nos decía. Mi papá lo acusaba de ladrón, de vago, inventaba mentiras sobre él.

El departamento que alquilábamos era chiquito. Mi papá siempre quería que nos quedáramos a dormir en su casa y yo le hacía caso porque él tenía auto para ir al hospital por si me agarraban las contracciones. Yo tengo un hermano y tengo muy mala relación. Una vez me pegó una piña delante de Miguel y casi me desmayó. Mis padres terminaron defendiéndolo.

Mi papá me llevó al hospital el día que mi hija nació. Miguel estaba trabajando y cuando se enteró que yo estaba internada se enojó mucho porque nadie le había avisado. Yo tengo artritis rematoidea y tomaba mucha medicación, siempre estaba enferma. Tuve a mi hija con muchas complicaciones; casi nos morimos la dos en el parto.

Quedé muy debilitada, no podía alzar a mi bebé. Mi papá me dijo: vos te quedás acá y no vas a tener problemas. Pero tuve problemas porque cuando volví del sanatorio, mi hermano me dijo: Volviste con tu rata inmunda. Yo le pegué con el toallón y se me abrió la herida. Un charco de sangre, casi me muero. Me tuvo que llevar mi papá de urgencia al médico, fue peor que parir. No me podían volver a coser y tuve que esperar 3 meses para que se me cerrara.

Un día, mi papá echó a Miguel y no lo vi más. Yo pensaba que él no quería volver con nosotras pero hace poco me enteré de todo lo que le hizo mi papá cuando lo veía por el barrio. Le tiraba el auto encima, le decía que le iba a meter un tiro, que mi hija no era hija de él y contrató matones que le pegaron. A mí, me decía que no saliera con la nena porque Miguel me la quería sacar.

Yo estaba muy mal, en la calle sentía que me seguían, que los colectivos se me tiraban encima. Hasta llegué a escuchar voces, y tuve que tomar Ryvotril. Me levantaba a la madrugada y escribía lo que sentía, pero me quedaba sin aire, y las voces que escuchaba me decían que tenía que matarme, eso fue lo peor. Pensé en tirarme en las vías con mi hija. Eso me decían las voces, que me tirara, que iba a estar en paz.

El psiquiatra y el psicólogo me ayudaron a entender que el malo de la historia no era Miguel sino mi papá. Igual, decidí no tener más pareja, estuve sola, me aislé de todo, lloraba de noche.

Mi papá falleció hace 6 años. Yo ahora vivo con mi mamá y mi hija, que ya tiene veinte. Él año pasado, lo busqué a Miguel por Facebook y le mandé un mensaje, estaba toda sudada, nerviosa: Hola Miguel, soy Lili, le escribí, no sé si te acordarás de mí. Él me contestó enseguida: Hola Lili, como olvidarme de vos si fuiste el amor de mi vida. ¿Cómo está Romina, mi hija? Enseguida, o sea, todo. Empezamos a vernos otra vez, es un amor intacto.
Mi hermana es policía y hace poco lo vio a Miguel cerca de casa, en un supermercado y le dijo que no la persiguiera a Romi, que le iba a meter un tiro en la cabeza, Él le dijo: Antes de ser tu sobrina es mi hija.

A Romi siempre le hablé bien de su papá. Una vez, cuando era chica, me vio cuando estaba por tirar una foto de él y me la sacó de las manos. No mami, me dijo, y la colgó en su cuarto. Romi siempre lo quiso conocer, pero desde hace un tiempo, desde que escuchó la voz de su papá en un audio, de la noche a la mañana se dio vuelta como una media. Ahora lo odia, dice que es un engendro. Estoy segura de que son cosas que le dice mi hermana.  

Que después de 20 años te lo vuelvas a encontrar y siga enamorado, todo es como una novela. Yo recién ahora estoy sintiendo lo que sentía cuando éramos jóvenes.  

Yo tengo una neurodermatitis hace como 10 años. En las dos piernas, tengo. Cuando estoy nerviosa me rasco mucho, me lastimo tanto la piel que a veces se me infecta. Ahora trabajo en el negocio de depilación, tengo obra social. A veces estoy como medio fóbica, a veces me agarra.


Testimonio tomado por Laura Galarza y escrito por Alejandra Correa.



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cecilia Fernández, por Alicia Plante

Me llamo Cecilia Fernández, Gato , tengo 29 años y vivo sola en Longchamps, en una casa que me prestan. En dos semanas me encuentro con mi madre. Hace 8 años que no la veo. Mi madre es psicóloga. Solicité asesoramiento de una abogada compañera, una militante, Chiqui, que hablará conmigo antes del encuentro. Mi madre y mi progenitor se separaron cuando yo tenía 10 años, pero cuando vivíamos en la misma casa, era una tortura cenar juntos. Los dos se llevaban muy mal y ella le pegaba a él. A mí me daba miedo, asco, odio. Y cuando yo misma me rasguñaba o vomitaba ella me decía que yo tenía reacciones locas. Mi madre siempre supo todo y fue su encubridora. Por las dudas yo esperé a los 21 para irme, pero siempre viví en la violencia, tenía alucinaciones, cucarachas que me trepaban por las piernas, prendía la luz y no había nada, igual me dormía, toda encogida. Y ataques de pánico tenía, le contaba a mi madre, pero ella me decía que eran fantasías histéricas...

Elisabeth Rasgido. Testimonio de su prima Julia, por Silvana Aiudi

De la Eli yo me entero cuando la llevaron detenida. No vivo con ella. Me llamó mi tía y me dijo que hubo un allanamiento en la casa de Elisabeth. La policía buscaba una tal Chucky, alias Chucky. Le preguntaron si ella era alias Chucky y la Eli dijo que sí. El oficial tenía una orden de allanamiento y de detención. ¿Sabés qué vamos a hacer? Presentate mañana en la comisaría de Tortuguitas, le dijo el oficial de calle. Entonces ella fue y se presentó porque había una orden. Cuando fue, quedó detenida un tiempo en la comisaría de Tortuguitas y, después, la llevaron a San Martín. Mi prima Elisabeth es analfabeta, no sabe leer ni escribir, también le cuesta hablar. Mi tía me presentó a Carolina Abregú, nos empezamos a mover y, bueno, desde el 23 de diciembre está con arresto domiciliario en la casa. La Eli vive en Grand Bourg, casi llegando a Tortuguitas. Tiene un bebé chiquito y, cuando le pasa algo al bebé, no puede salir, tiene que esperar que llegue alguien por esa maldita pulser...

Tres miradas sobre el asesinato de Belén Canestrari, por María Isabel Rodríguez Osado

Testimonio de su hermana Marcela Canestrari El miércoles 30 de abril de 2013, pasé por la casa de mi hermana para tomar unos mates, tranquilas, aprovechando a que él no estaba. Belén tenía 26 años, dos hijos, Valentino y Máximo. Vi llorar muchas veces a mi hermana. Él era muy celoso, no la dejaba que tuviera amigas o saliera, ella venía a vernos a escondidas cuando él no estaba. La llamaba a cada rato para saber qué estaba haciendo y dónde. Ella lo justificaba y nos decía: Viste como es de hincha. Esa última mañana que nos vimos, yo tenía rasguños en los brazos porque había podado unas plantas; Belén me preguntó: ¿se pelearon con Diego?, ¿te pegó? Le dije: ¿qué estás diciendo? Ese día no me quedé a comer en su casa como otras veces. Tal vez, si yo me hubiera quedado, me contaba algo, a lo mejor me preguntó eso para sacar el tema. Como dije, la pareja de Belén era muy celoso, pero nosotros nunca la vimos golpeada. Le pregunté si el jueves siguiente, que era 1 de Mayo, lo podía ll...