Katherine
Moscoso tenía 19 años y vivía en Monte Hermoso, un balneario del sur de la
Pcia. De Buenos Aires. El 18 de mayo de 2015 fue al boliche y no volvió a su
casa. Durante seis días la familia, junto con la policía, la buscó intensamente.
Varias personas dijeron que la habían visto esa noche: en el boliche, saliendo
del boliche, volviendo en dirección a la casa o siendo llevada en un auto a
Sauce Grande, otro pequeño balneario vecino.
El
23 de mayo el cuerpo de Katherine fue encontrado enterrado en un médano, a unas
pocas cuadras de su casa. Tenía señales de haber sido enterrada todavía con
vida.
Tras
el descubrimiento del cuerpo, un grupo de gente prendió fuego la Municipalidad
de Monte Hermoso, la oficina de Seguridad, la casa del Jefe de Seguridad de ese
momento y parte de la Comisaría local.
Esa
misma noche, un grupo de vecinos fue hasta la casa de Juan Carlos González
(Canini), una de las últimas personas que habían estado con Kathy y que la
policía tenía bajo custodia, y lo golpearon hasta matarlo.
Por
la muerte de Katherine estuvo detenida durante un mes una amiga suya, una joven
con retraso madurativo, en cuya casa, un departamento detrás de la casa de
González, Kathy había pasado las últimas horas y de quien se dijo que la había
matado por celos. Por falta de pruebas, la joven fue liberada.
Por
la muerte de Juan Carlos González, a fines de mayo de este año 2017, se
condenaron a ocho personas con la pena de 5 años de prisión por homicidio en
riña. El fiscal del caso apelará esta condena porque considera que se debe
juzgarlos por homicidio simple.
Por
el asesinato de Katherine Moscoso no hay ninguna persona detenida ni procesada.
Monte
Hermoso, sábado 22 de abril 2017.
Charla
con Marta, Macarena y Ezequiel Moscoso, abuela, hermana y tío, respectivamente
de Katherine Moscoso.
Yo
empezaría desde la búsqueda, desde el momento en que nos enteramos que mi
hermana Katherine no había llegado a casa.
Yo le había dado permiso para dormir en
lo de la amiga porque estaba sola, pero no para salir. Para salir iba con
alguien y venía con alguien.
Katherine
buscó la forma de ir con alguien, con Daiana, pero Daiana no quiso salir, entonces
se fue sola, sin avisar. Y mi abuela suponía que estaba durmiendo allá.
Cuando
la amiga me llama y me avisa que Katherine no había llegado a la casa, nos empezamos a preocupar, porque ya era el
otro día, el domingo.
Yo la busqué primero por acá, pensando
que iba a volver, porque nunca se iba. Además la chica me avisó a la tarde del
domingo que no había vuelto.
Daiana
S. era la mejor amiga de Katherine, siempre la venía a buscar. Katherine
siempre iba a la casa de Daiana y Daiana siempre venía acá. Se conocían de la
escuela especial, se hicieron amigas ahí.
Daiana llamó para preguntar si Kathy
estaba durmiendo acá. Yo le digo: –Cómo si está durmiendo acá, si se quedó en
tu casa.
Y ella me dijo: -No se enoje Marta, pero
Kathy se fue al boliche sola, no quiso avisar nada. Por eso yo le pregunto si
se fue a dormir a su casa.
Ella llamó de la casa del hombre este,
de Canini.
Juan
Carlos Gonzalez, Canini le decían, era el que le alquilaba a Daiana. Vivía
delante de la casa de Daiana y tenía los departamentitos que alquilaba atrás.
Entonces la empecé a buscar, me empecé a
preocupar. Preguntando a uno a uno, en todo el barrio buscando, preguntando si
no la vieron, si no la vieron pasar. Hasta que llegó la nochecita y no
aparecía. Para colmo mi hijo Ezequiel se había ido a Bahía, así que no le podía
pedir que me ayude a buscarla. Cuando él llegó ya era la noche del domingo. Y
ahí empezamos a buscar con la policía. Ella nunca se ausentaba tanto, menos sin
uno, no sabía andar sola.
Nos
decían que la habían visto en el boliche Arena. En el boliche la vio muchísima
gente.
Arena
no abrió más después de lo de Kathy, aunque abren los otros boliches que los
manejan las mismas personas.
La
policía nos acompañaba, nos preguntaba quiénes eran los más cercanos a
Katherine. Golpeábamos puerta por puerta de las personas que nos decían que
habían estado en el boliche. Nos agarrábamos de todo lo que decían para ver qué
encontrábamos. Nos decían que la habían visto en el boliche, otros que la
habían visto con un chico en el boliche, otros que la habían visto en la
peatonal. Hay un video, las cámaras la toman a ella saliendo de Arena, como en
dirección para su casa. Otra declaración dice que ella pasó por Tránsito,
contándole a una de las chicas de Tránsito que se había olvidado la campera en
el boliche. El trascurso de ella, según las declaraciones, fue que sale del
boliche seis y pico de la madrugada, 6 y 14 toma el video, pasa por Inspección
de Tránsito y después llega a dos cuadras de casa.
Por eso nos enteramos que ella se había
olvidado la campera en el boliche. Después la campera no estaba. No sé si ella
la volvió a buscar. Algunas versiones dicen que ella la volvió a buscar, pero
hay tantas versiones, tantas tantas que no te podés dar una idea de si son
verdad o no. Unos que la vieron, otros que la venían corriendo, otros que la
querían cargar a un auto.
En
calle Pampa se supone que la venía persiguiendo alguien porque dos personas declararon que pasaron en taxi y vieron que la venía corriendo un sujeto.
Después hay otra versión que dice que se fue hasta Sauce, que la llevaron a
Sauce, que la cruzaron con un chico con cervezas en la mano. Y así varias. Pero
nosotros nos agarramos de la que dice que ella venía para acá, porque nunca se
iba tanto rato de casa.
Ella siempre venía por la misma calle,
yo creo que venía por ahí.
Mi
abuela dice que cuando va a la casa de Daiana a preguntarle lo que había
pasado, había gente adentro.
Lástima que la policía no se metió
adentro a buscarla, si no hubieran visto quien era, quien estaba.
Yo
supongo que era la pareja, el novio que tenía Daiana. Después lo citaron a declarar,
fue el primer sospechoso. Esa fue una de las versiones, que por celos la mató
Daiana a Katherine, por celos.
Daiana estaba preocupada por Kathy. Ahora está en
Bahía, estuvo un mes presa.
Los padres la tienen muy protegida. Cuando lo
lincharon a Canini tuvieron miedo de que le hicieran algo a Daiana. La gente estaba decidida a
tomar venganza porque la policía estaba mintiéndonos en la cara, la policía y
el primer fiscal.
La búsqueda empieza el domingo. Cuando Kathy no
aparece, el lunes la gente empezó a movilizarse. A mi hermana la conocía todo
el mundo, ella se saludaba con todos, hablaba con todo el mundo.
El
lunes la gente se organizó para buscarla en un lado, en otro, en otro.
Teníamos miedo porque Kathy padecía de un retraso
madurativo, era muy inocentona, ingenua. Teníamos ese miedo y la gente nos
acompañó muchísimo en ese primer momento. La gente paró de hacer todas sus
actividades y nos siguió a nosotros. Nos organizábamos con las camionetas, con
los autos para ir a Sauce, volver.
A la policía le molestaba toda esa gente y nos decía
a nosotros que tratáramos de alejar a la gente de la comisaría, que no los
dejaban trabajar. La policía tenía miedo, porque veía que la gente estaba muy
organizada, la policía se la veía venir. La gente tenía bronca y ayudaba de
buena voluntad.
Nosotros de a poco nos dimos cuenta que nos estaban mintiendo, porque no estamos acostumbrados a tener ese grado de maldad,
nosotros somos gente común. Y la policía hizo las cosas mal desde el inicio.
Ellos ya sabían, sabían las cosas y lo que iba a pasar.
Desde el principio hubo muchas irregularidades, como
de no trasmitir la información a la familia. El primer fiscal nos mintió en la
cara. Dijo que ella se había ido al sur, con una tía.
Hasta
mostraron un mensaje que era de un mes anterior. Porque habíamos ido al
cumpleaños de 50 de mi hermano y yo le di el teléfono para chatear, estábamos
en la terminal. Ella puso: Estoy en una fiesta con mis amigas, en un
cumpleaños, pasándola re bien. Pero ella estaba conmigo en la terminal. Se
agarraron de eso y me decían a mí que yo la había dejado ir sola a Bahía. Pero
yo les dije que no, que no iba sola a ningún lado.
Ellos nos querían dar la esperanza de que Kathy iba
a aparecer. Siempre le decían a mi abuela: Ay, señora tranquila, va a aparecer.
Pero para mí ellos ya sabían.
Para
mí ya sabían, sabían de mucho antes, pero no lo podían acomodar. Lo acomodaron
como a ellos les pareció mejor.
Al principio, durante la búsqueda de Kathy, fueron
varias personas a declarar a la comisaría, pero no le hicieron firmar a nadie
esas declaraciones. Yo fui una de las que fui a declarar y no me hicieron
firmar nada. Entonces, muchas de las declaraciones que se hicieron al principio
se perdieron.
También estuvieron mal hechos los peritajes. Por
ejemplo, sobre el teléfono de Kathy.
El teléfono lo encontraron el jueves. La búsqueda
empieza el domingo y el jueves encuentran el teléfono. Cerquita de donde
aparece después Kathy. Lo encontró un obrero que trabajaba ahí. A mi hermana la
encontraron acá a una cuadra, en los médanos.
El
teléfono está en averiguaciones, pero todavía no sabemos nada.
Lo que pasó con el celular de Kathy es que ella no tenía la aplicación del Facebook en el
teléfono. Para entrar tenía que abrir sesión y poner contraseña. Como ella
había aprendido a manejar la tecnología, cambió la contraseña. Yo le manejaba
el primer Facebook que tuvo, porque me daba miedo. Yo, mi tía María, casi todos
sabíamos. Pero después se avivó y cambió todo, por eso no se podía abrir el
face con acceso directo.
Bueno, el sábado 23 de mayo apareció. A la noche.
Y
justamente mandaron gente a Sauce que ya no mandaban más, porque no había más
nada, aunque los perros llegaron ahí y
anduvieron los aviones y todo. Mandaron gente para Sauce como para sacar a la
gente de acá.
Los de investigación de Buenos Aires habían llegado el
martes, miércoles. Y el jueves fueron llegando más, cada vez de rango más
importante.
Era un mundo de gente.
Era un mundo de gente.
Cometieron muchas irregularidades, la policía y los
fiscales al principio.
Después cuando nos enteramos todo, nos fuimos dando la cabeza contra la pared.
Después cuando nos enteramos todo, nos fuimos dando la cabeza contra la pared.
Mi abuela y yo estábamos acá en casa.
Había mucha gente rodeando la comisaría, rodeando la
Municipalidad, como ya preparados para algo. Ese día, cuando la encontramos a
Kathy, habían cerrado los comercios. Era como que había una preparación previa.
Nosotros lo que creemos es que ellos están en el
encubrimiento junto con el poder político. Hubo muchas falencias, porque, por
ejemplo, cuando iban a hacer allanamientos, primero lo pasaban por la radio,
decían dónde iban a hacer los allanamientos. A medida que pasaban los días,
nosotros no queríamos creer, pero nos dábamos cuenta que algo raro había.
Ese sábado al mediodía nos mandaron a todos a buscarla a Sauce. Como una distracción. ¿Para qué?
Para tirar el cuerpo ahí.
Cuando apareció Katherine no nos avisaron. Yo me
entero de que la nena estaba muerta porque voy ahí, había un operativo y un
policía, que no sabía ni quien era yo, me dijo que la nena estaba muerta. Yo me
entero así, de esa manera.
No es que desde la comisaría nos avisaron.
Después se armaron los disturbios y mataron a golpes
a Canini. Yo estaba ahí y el policía que
custodiaba a Canini dijo: -Ustedes quieren al asesino, ahí tienen al asesino,
mátenlo, yo no me meto.
Eso lo denunciamos nosotros porque quien tenía que
cuidarlo, lo mandó a matar. Era la única persona que podría haber sabido lo que
pasó con Kathy. De donde mataron a Canini a donde encontraron el cuerpo de
Kathy no hay ni 100 metros.
Eso fue todo organizado, lo de la pueblada también. A
un problema lo taparon con otro problema. Porque lo de Katherine fue noticia
pero más noticia fue que prendieron fuego la municipalidad, que mataron a un
hombre y que quemaron la casa del jefe de seguridad.
Todo se manejó muy mal, por eso sospechamos de los
funcionarios. Ellos ya sabían que la nena estaba muerta y que iba a haber
disturbios.
Fijate que donde aparece el cuerpo de la nena, dos o
tres días antes había aparecido el celular. Ahí ya se había buscado. El cuerpo
lo plantaron ahí. El sábado aparece el cuerpo, el viernes a la noche habían
hecho un triple vallado ahí, con vallas, con policías y con caballos. Además no
andaba ninguna cámara esa noche, las del complejo residencial que está ahí
enfrente tampoco andaban. A nosotros no nos mostraron ninguna cámara.
En un momento, después de que había pasado todo, que
ya nos habían dado el cuerpo de la nena, nos llaman de la comisaría diciendo
que tenían noticias del caso. Nosotros vamos y nos dicen que para ellos los que
habían matado a la nena eran Canini, Daiana y el novio de Daiana. Ellos quisieron echarle
la culpa a una chica que tiene un retraso mental, a alguien que ya estaba
muerto y a un chivo expiatorio, el novio de Daiana.
Además, todo lo que nos han hecho a nosotros en
estos dos años. Nos han tirado autos cuando hacemos las marchas; hacemos los
carteles con plata nuestra y la municipalidad los hace sacar. Una vez nos echaron
la culpa a nosotros de que había fracasado la Fiesta de la Primavera que se
hace acá todos los años porque nosotros decimos que en Monte Hermoso hay
asesinos sueltos.
Un día me llamó por teléfono un funcionario y me
dijo: -Vos sos Macarena Moscoso? Ustedes
están haciendo marchas, están poniendo a todos en contra nuestro, son unos
activistas.
Ellos se ponen como víctimas, cuando la víctima fue
Kathy.
En las marchas ahora somos diez, doce, trece. La
explicación es que se ha hecho política. Acá la mayoría de la gente, de un
pueblo de 9000 personas, unas 6000 o 7000 viven de la Municipalidad. No es que
todos sean empleados, pero todos deben favores. A la hora de ir a declarar te lo dice la gente: -No, no me pidas que
declare, yo les debo un favor o mi hijo trabaja ahí. No estás luchando sólo
contra los asesinos, sino también contra la gente que los encubre.
La policía y el gobierno municipal tienen
culpabilidad en esto, no hicieron las cosas bien. Y tenemos la sospecha que
ellos están tapando algo, tal vez a gente cercana, gente que está en el poder.
El cuerpo fue lavado, está probado que estuvo lavado
y por eso no hay pruebas. Según la autopsia, Katherine fue asesinada entre el
domingo 18 y el lunes 19 de mayo. Y recién apareció el 23. Tuvieron mucho
tiempo para organizar todo, para borrar huellas. Se hicieron tres autopsias.
Pero no salió casi nada, sólo los golpes. La golpearon, en la cabeza y luego la
enterraron todavía viva. Tenía arena en los pulmones.
Cuando mi mamá fue a reconocer el cuerpo ya no tenía
casi cabello
No
había pelo ni nada, ni un pelito tenía. La carita sí la tenía entera, así
estaba. Yo la conocí enseguida. La destapé y tenía una arruguita que se le
hacía acá, en el pecho. Y estaba con olor ya…de muchos días. Para colmo esos
días hizo calor. Andá a saber por dónde, tantas partes que la habían pasado.
Lo que a mí me queda claro, es que nosotros estamos
pagando porque somos humildes, porque somos pobres.
Los testimonios fueron tomados por el colectivo Y
que los platos los lave otro, Coronel Dorrego, julio 2017.
Agradecemos especialmente a Laura Forchetti.
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